Por su aspecto, también recibe el nombre de Pez sapo o pejesapo. 

Pixín es el nombre con que se conoce el rape en Asturias. Es un pescado blanco de agua salada. Viven en el fondo oceánico hasta más de 500 m.

Rape Lophius piscatorius      

(Eng) Angler (=Monk)  

(Fr) Baudroie commune  

Peso Puede alcanzar 40 kg 

Dimensiones 1 – 2 m

Es un pez con una cabeza enorme y espeluznante, aplastada y terrorífica. Tiene una boca que le otorga un cierto aspecto amenazador, provista de abundantes dientes. Los labios son carnosos y la parte inferior sobresale por delante de la superior. No tienen escamas; es de color rojo-pardo o pardo-verdoso con manchas oscuras. El cuerpo tiene forma cónica. 

El rape, a quien algunos denominan «zorro de mar», es un pescado blanco de extraordinario predicamento en las propuestas de la cocina actual. Es el más cotizado de su familia. Vive en fondos fangosos a profundidades entre 300 y 1000 metros.

Se alimenta, tanto de especies que viven enterradas en el sustrato como las que viven sobre fondos (lenguados); también se alimenta de otros peces pelágicos y crustáceos diversos, cefalópodos y equinodermos.

El rape negro gallego (Lophius piscatorius) es un pescado blanco que pertenece a la familia Lophiidae. Posee una carne muy valorada ya que tiene mucho sabor y no tiene espinas por lo que es ideal para la gente que le gusta el pescado pero no encontrarse las espinas en el plato.

Existen 3 tipos de rape diferentes, negro, rosado y blanco. Para saber si se trata de uno u otro debemos fijarnos en el interior de su barriga, ya que este pescado gallego es exactamente igual por fuera.

De las 3 clases el mas valorado es sin duda el Rape negro gallego; por dos razones principales: por su sabor y además es el que menos mengua a la hora de cocinarlo a diferencia del rosado y el blanco, este ultimo es el de más baja calidad ya que merma mucho.

El rape común se distribuye a lo largo de las costas europeas y de América del Norte. Se arrastra por el fondo mediante el movimiento de sus aletas pectorales para poder buscar alimento. Su carne es excepcional, compacta y muy sabrosa. Sólo se come su cola, pero la cabeza se aprovecha para sopas y caldos, a los cuales le transfiere un sabor incomparable.

También llamado Pez Pescador, debido al hecho de que tiene un cebo en el extremo de un apéndice carnoso que sale de su cabeza, con el que atrae a peces más pequeños, a los que posteriormente come. Sus dientes, dirigidos hacia adentro, evitan que la presa se escape. Se alimenta de crustáceos y peces de pequeño y mediano tamaño. 

Hoy en día su carne es muy apreciada, aunque inicialmente era un pescado despreciado por los pescadores.

Como curiosidad los machos son diez veces más pequeños que las hembras y para reproducirse el macho es atraído por la hembra por fuertes olores que emana marcando un rastro que sigue el macho. El macho muerde a la hembra, comienza a degenerarse, sus ojos se hacen más pequeños y eventualmente los pierde. Lentamente penetrará en su tegumento y permanece unido a ella para el resto de su vida. Los sistemas circulatorios de los dos peces se fusionan y los nutrientes de la sangre de la hembra alimentan al rape macho que queda prácticamente reducido a sus órganos sexuales. 

A cambio, la hembra podrá disponer de las gametas masculinas cuando desee reproducirse. Este comportamiento es tan único que hasta no hace mucho, se pensaba que los machos eran nada más que un parásito, ya que prácticamente queda reducido a una especie de protuberancia de la hembra. A los científicos les tomó años saber qué eran dichas protuberancias, ya que el estudio de estos animales es dificultoso debido a las grandes profundidades, de 500 a 3.000 metros, en los que se encuentran.

Los ejemplares femeninos son grandes, hasta 1,20 metros pero los machos en cambio crecen solamente hasta 6 o 7 cm de largo. El macho además carece del señuelo característico. Es un pescado que gracias a su gran boca y estómago elástico puede tragarse a peces tan grandes como él mismo.

En definitiva se trata de un pez feo, sin espinas y de color pardo jaspeado en tonos violáceos o rojizos. La forma irregular de su cuerpo, junto con el color de su piel, le permiten mimetizarse en su medio.

Semejante a un renacuajo, posee una gran cabeza, ancha, plana y con una serie de lóbulos alrededor, en la que se sitúa una enorme boca, recorrida por dientes curvados, afilados y fuertes, que utiliza para devorar a sus presas, cefalópodos y peces, que llegan a ser incluso de mayor tamaño que él. Mandíbula prominente. Lo más característico son sus apéndices en la cabeza, semejantes a cañas de pescar o señuelos para atraer a sus presas. 

La gran peculiaridad del rape es que su cabeza pesa sobre un 40-50% del peso total del rape negro gallego por lo que si compráis un rape de 1kg la parte comestible serán 500 grs.

El rape es un pescado muy apreciado por su sabor a marisco y su textura compacta, que, en esta receta, se acompaña con salsa de ajada, al estilo tradicional de Galicia.

Ingredientes para 2 personas

1 Cola de Rape

4 Patatas medianas

1 Cebolla grande

4 Dientes de Ajo

1/2 Vaso de Aceite de Oliva Virgen Extra

Sal, Perejil y Pimentón dulce

Cómo preparar la Lubina a la pimienta verde

Ponemos abundante agua a hervir con sal en una olla y mientras todavía está fría le añadimos las patatas y la cebolla, cortada en trozos grandes. 

Dejamos que se cueza durante unos 6 ó 7 minutos, con cuidado de que las patatas no se cocinen demasiado para que no se deshagan. Introducimos el rape en el agua con todo su adobo y lo cocemos otros diez minutos, un tiempo variable en función de lo gruesas que sean las rodajas del pescado.

Mientras se cocina el rape y se acaban de hacer las patatas, cortamos los ajos restantes en finas láminas que freímos lentamente en aceite de oliva virgen. 

Cuando comiencen a dorarse lo retiramos del fuego, le añadimos pimentón y lo mezclamos todo bien. Finalmente retiramos del agua el pescado y las patatas, lo escurrimos bien y lo colocamos en una bandeja o en los platos, donde lo rociaremos todo con la salsa de ajo y pimentón.