Si eres una futura mamá, seguro que la pregunta de que si se puede comer marisco durante el embarazo te ha traído hasta aquí. Cuidar la alimentación en los meses de gestación es algo fundamental, tanto para la embarazada como para el bebé.
Aunque los expertos suelen recomendar reducir o evitar el consumo de marisco durante el embarazo, siempre que no esté bien cocinado. Bajo ningún concepto una mujer embarazada puede comer marisco crudo, por el alto riesgo de contraer enfermedades alimentarias.
En este artículo, te explicamos todo lo que tienes que tener en cuenta sobre el consumo de marisco en el embarazo.
¿Pueden comer marisco las mujeres embarazadas? ¿y pescado?
Igual pasa con el pescado. Se puede consumir, siempre que sea bien cocinado y siguiendo en todo momento todas las precauciones en cuanto a higiene respecta.
Sí al pescado, tanto azul como blanco, pero bien hecho y congelándolo, a poder ser, previamente un mínimo de tres días.
No hay que olvidar que, el pescado representa una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico y contribuye a la ingesta de nutrientes como el yodo, el selenio, calcio y vitaminas A y D. Asimismo, proporciona ácidos grasos poliinsaturados Omega 3.
También, ha quedado demostrado que los pescados de menor tamaño, como son las sardinas o anchoas, son más recomendables durante la gestación que los pescados de gran tamaño. Estos cuentan con menor contenido en metales pesados.
Si bien el marisco es fuente de proteínas importante, hay que tener cuidado con algunas variedades y, sobre todo, si se piensa consumir crudo, como pueden ser los platos de sushi o de carpaccio.
Aunque no cabe duda de que el marisco es un alimento delicioso, hay que ponerse límites, como pasa con tantos otros alimentos, en esta etapa del embarazo.
¿Existen riesgos de comer marisco durante el embarazo?
Siempre que el marisco esté bien cocinado, no existen riesgos. Por eso, sí pueden comer marisco las mujeres embarazadas
Si en algún momento de la gestación, surge la ocasión de comer marisco, es muy importante que la cocción sea cuidadosa. Sobre todo en el caso de los mejillones, sepias, pulpo, almejas o langostinos.
De igual manera, a continuación, señalamos los riesgos que existirían si no se cocina correctamente el marisco y lo consume una mujer en estado de gestación.
Salmonelosis
-La salmonelosis, es uno de los principales peligros de comer marisco en el embarazo. Esta enfermedad es provocada al ingerir alimentos contaminados por una bacteria llamada salmonela. Presente ocasionalmente en carnes o pescados crudos.
– La infección por salmonela afecta al aparato intestinal. La bacteria se encuentra en los intestinos de animales y los humanos y se libera a través de las heces.
– Los humanos se infectan con mayor frecuencia mediante el agua o alimentos contaminados.
– Los síntomas más comunes de la salmonelosis son: diarrea, fiebre y calambres abdominales de hasta tres días. En la mayoría de casos los síntomas desaparecen sin tratamiento específico.
– En algunos casos, la diarrea provocada por la infección puede provocar deshidratación, por eso es importante acudir a un médico, sobre todo, en caso de embarazo.
Anisakis
– El anisakis es un gusano nematodo que habita en el sistema digestivo de los peces y los mamíferos marinos. Igual que la salmonela, causa intoxicaciones alimentarias. El anisakis está presente en el pescado principalmente.
– Las personas que consumen pescado con anisakis pueden notar los síntomas de la infección, en no más de 24 horas después de comerlo.
– Entre los síntomas que indican una posible infección por anisakis, aparecen náuseas y vómitos continuos, erupciones cutáneas, dolores abdominales intensos y en el mayor de los casos, aumento de la temperatura corporal.
Toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria producida por un protozoo minúsculo, el toxoplasma Gondii. En ocasiones, la toxoplasmosis genera síntomas graves, en especial, en pacientes inmunodeprimidos o enfermos de VIH.
– Si la mujer contrae toxoplasmosis durante el embarazo, puede sufrir abortos o malformaciones congénitas que pueden afectar al cerebro, los ojos y otros órganos del feto.
– Los síntomas de la toxoplasmosis durante el embarazo son casi imperceptibles. Llegan a ser similares a los que de una gripe o un resfriado: ligera hinchazón de los ganglios del cuello, fiebre, dolor de garganta, dolores musculares y cansancio.
– Los síntomas se suelen manifestar unas dos o tres semanas después de la infección. Sin embargo, la toxoplasmosis puede incluso no presentar síntomas.
Medidas para prevenir problemas con el marisco
Si estás embarazada y deseas consumir marisco ocasionalmente, seguidamente, te explicamos qué medidas preventivas debes tomar para no correr riesgos:
No abuses del consumo de marisco. Tan solo de forma ocasional.
No consumas ningún tipo de marisco que esté crudo o que pienses que no está bien cocinado.
Pescados como el pulpo o la sepia, se pueden comer en pequeñas cantidades, siempre que se hayan cocinado a altas temperaturas. Es importante, una vez más, y sobre todo en el caso de los cefalópodos (calamar, sepia…), que no sean consumidos crudos.
No se debe chupar las cabezas de las gambas y los langostinos, los mejillones y las almejas. Así, se podría estar ingiriendo metales peligrosos, como el cadmio, que puede provocar disfunciones renales.
No consumas mariscos ricos en mercurio, ya que podrías dañar al feto. Se considera que este metal pesado puede obstaculizar de manera grave el desarrollo del bebé.
Sin duda, la mejor manera de comer marisco es a la plancha o cocido.
Siempre recomendaremos que, cuando tengas dudas sobre qué alimentos o mariscos consumir durante el embarazo, consultes al ginecólogo o a la matrona que hacen seguimiento de tu embarazo antes de comer marisco durante el embarazo.
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