Tienda
Las principales artes de pesca en Galicia
La acuicultura, una de las principales artes de pesca en Galicia
La acuicultura es uno de las actividades económicas más prósperas de la Comunidad de Galicia, como lo demuestran las estadísticas; en los últimos años, el sector acuícola ha superado consistentemente la barrera de los cien millones de euros de producción.
Solo en el sector de los mejillones, por ejemplo, genera anualmente más de 250 millones de toneladas, lo cual representa más del 80% del consumo total de España.
Geográficamente, las costas gallegas cumplen con todos los requisitos necesarios para la producción de todo tipo de mariscos. En especial las rías, que son accidentes geográficos muy singulares en los que la desembocadura de un río queda sumergida bajo el mar y cuentan con muchas propiedades que hacen que el marisco y el pescado tenga unas características especiales.
La conjunción de agua dulce y salada, la interacción de las corrientes, el accionar de las mareas y los fondos arenosos hacen de estos lugares verdaderos paraísos de mariscos y pescados. Allí conviven ancestrales artes de pesca pasados de generación en generación con métodos ultramodernos y tecnológicos que apuntan a la maximizar del rendimiento de recoleccción.
Por supuesto que la existencia de la pesca ilegal tanto como el peligro provocado por la periódica aparición de biotoxinas en algunos mariscos hacen necesaria la existencia de entidades gubernamentales de control y regulación.
En general, estos organismos se encargan de otorgar concesiones o títulos de pesca que sirven para limitar la cantidades extraídas. De este modo, los animales pueden reproducirse lo suficiente como para poder volver a ser capturados año tras año.
La pesca artesanal en Galicia
En la actualidad, casi todas las actividades comerciales tienden a perfeccionar sus técnicas para lograr un mayor rendimiento. Sin embargo, algunas prácticas como la pesca conservan la sencillez de antaño.
Muchas veces esto sucede por el grado de perfeccionamiento que alcanzaron las técnicas logradas hace ya muchas generaciones. En otros casos, se debe a la delicadeza del producto, que raramente podría ser manipulado de forma industrial.
En el caso de algunos mariscos de las rías de Galicia, se cumplen ambas condiciones. Además, la excelencia de los productos en las pescaderías gallegas tiene sentido si se mira el modo en que se lleva a cabo su recolección.
La mayoría de los moluscos y crustáceos de nuestras rías tienen comportamientos nocturnos. Por este motivo los marisqueros deben dividir su actividad en función de la presa que deseen conseguir.
Ciertas especies deben ser protegidas en períodos reproductivos para asegurar la conservación. Es el caso de la Nécora que no está disponible entre los meses de enero y junio.
Para caso todos los crustáceos, y también algún molusco como el pulpo, el arte de la pesca gallega se lleva a cabo con nasas. Este tipo de pesca pasivo consiste en canastos que pueden ser de forma cúbica, cilíndrica o de prisma.
Se trata de trampas en las cuales el marisco se introduce, atraído por un cebo o carnada, para no poder volver a salir. Si bien el método de las nasas está prohibido en algunos lugares como el Mediterráneo, es completamente legal en Galicia.
Constituyen una actividad de muy bajo impacto en comparación con la pesca de barrido o arrastre, para la cual se utiliza mucha energía fósil. Además, es posible aplicarla selectivamente. Algunas nasas tiene orificios de salida para dejar escapar las presas que no se desean recolectar.
Las nasas, con sus carnadas, se colocan en el lecho marino. Atadas entre sí por una línea madre, donde cada embarcación puede cargar cientos de ellas. La cantidad de nasas y el espacio entre ellas es otro aspecto susceptible de regulación.
Como si las ventajas de este método de pesca artesanal no fueran suficientes, las nasas pueden servir también para controlar especies invasoras. Debido al tamaño variable que pueden adoptar, es posible orientar la pesca a ciertos mariscos foráneos que, en caso de expandirse en demasía, podrían afectar gravemente la supervivencia de las especies autóctonas.
Para los moluscos como la almeja o el berberecho existen dos métodos., como el marisqueo a pie que se realiza con sachos u horquillas, removiendo suavemente la arena de la zona intermareal. En cambio, el marisqueo a flote consiste en aplicar un rastro o raño desde una embarcación. Algunas especies sólo permiten este último método.
Otra de las artes perfeccionadas en Galicia es la miticultura, es decir, la técnica de criar mejillones, aunque también se utiliza para vieiras y ostras. Se realiza con estructuras flotantes de madera, conocidas como bateas o mejilloneras, de las cuales cuelgan los mariscos como el mejillón, y que son alimentadas y luego faenadas con grúas.
Las técnicas artesanales de Ppesca en Galicia no se agotan con estos dos ejemplos. Miños, trasmallos, rasquetas, bou de vara, o incluso el buceo a pulmón, que son algunas de las metodologías alternativas que sirven de sustento a miles de trabajadores del sector del mar.
Su arduo y constante trabajo permite que todos los días podamos disfrutar de los mejores mariscos de las rías gallegas que son auténticos manjares y exquisiteces.