¿Ya sabes diferenciar las almejas? Cuando entramos a los buscadores para conocer la definición de lo que son las almejas nos encontramos con esto: “molusco de valvas medianamente ovaladas, con colores blancos y grisáceos, de finas estrías y que deriva en varias especies”.

No obstante, este significado es un poco genérico como para poder diferenciar las almejas de la Ría correctamente. De hecho, pocas personas conocen verdaderamente la cantidad de especies que existen y, cada una, para sus conocedores, es considerada una verdadera joya de la gastronomía.

Entre la variedad de almejas conocidas se encuentran la japónica, la rubia y la fina. Estas tres son autóctonas de las Rías Baixas, donde se consigue también el mejor marisco gallego del mundo; sin embargo, también se pueden encontrar otras especies como el ameixón, la cornicha, la almendra de mar y el moelo.

¿Conocías alguna de estas variedades? Si no es así, aprovechamos para contarte un poco más para que en tus próximas mariscadas gallegas puedas seleccionar solo lo mejor para tu plato.

Diferenciar las almejas por tipos y características

Almeja fina: Es la de mejor calidad porque puede aguantar más tiempo fuera del agua, estando viva, que el resto de las especies. Para diferenciarla, podrás notar que su concha forma cuadrados pequeños muy característicos formados por líneas dispuestas como radios.

¿Sabes cómo diferenciar las almejas de la Ría?

Esta almeja suele encontrarse por un precio más alto debido a que puede comercializarse por más tiempo.

Almeja rubia: Es muy fácil diferenciarla porque su carne tiene colores rojizos o morados, llamativos y dispares. Asimismo, su concha es más lisa que el resto y con líneas en formas de zig-zag. Por lo general, estas especies se utilizan para platos con guisos y marinados.

Almeja japónica: A diferencia de la especie anterior, se diferencian con facilidad, pero no por su carne sino por su concha, que se asemeja más a los colores marrones, grises y negros, variándolos en la mayoría de ocasiones.

Especies que no son autóctonas

Almeja babosa: Es de calidad similar a la anterior; sin embargo, no resiste lo mismo una vez estando fuera del agua. Se diferencian fácilmente por su concha ya que las marcas de sus líneas tienen sentido concéntrico y suelen ser más alargadas.

A pesar de no ser autóctona de las Rías Baixas de Galicia, se fueron introduciendo debido a su fácil crecimiento. Aunque no son tan solicitadas porque la calidad de las especies autóctonas son preferidas por encima de estas.

Almendra de mar: A pesar de ser una de las especies más abundantes, pocas personas la reconocen. Se puede reconocer por la simetría en su concha y por sus colores que dan sensación de terciopelo. En los bordes tiene pequeñas lenguetillas que le dan un plus a este aspecto.

Así como la especie anterior, se utiliza para guisos y arroces porque su carne suele ser muy abundante.

Almeja moelo: también es un marisco gallego poco conocido, sin embargo, desde hace algunos años se ha ido abriendo paso por el delicioso sabor y aroma de su carne. De hecho, para disfrutar mucho más su sabor, suele prepararse cocida al vapor o degustarse cruda.

Para reconocerlas notarás su gran tamaño y su concha robusta, similar a la del berberecho, con líneas concéntricas.

– El ameixón: es una de las especies más grandes; su concha puede abarcar hasta 11 centímetros y tiene forma ovalada. También se puede notar fácilmente por su brillo y la delgadez de sus líneas. Sus colores pueden derivar del rojo o del marrón.

De igual forma, suelen tener abundante carne y su textura es dura. Se suelen acompañar con limón, a la marinera o en una cazuela.

– La cornicha: Es de color blanco y su concha es triangular y ovalada. Las lineas se van haciendo oscuras desde el interior hasta el interior y su carne es suave en sabor, pero con textura rígida. No suele captarse en grandes cantidades porque aparece y desaparece con la misma rapidez.

Aprende a comprar tus almejas de la Ría

Además de las diferencias que te hemos mencionado anteriormente, no existe una clave o característica más notoria que puedas detectar a simple vista; sin embargo, cada una de ellas tiene un sabor particular y delicioso que adorna agradablemente cada plato, acompañado de otros mariscos gallegos, por supuesto.

En este caso, el dato que puede servirte a la hora de comprar es que mientras más grandes son, su valor culinario y su precio es mayor porque significa que tiene más edad. Normalmente, el precio por  un kilo de almejas de calidad puede variar entre 70 y 80 euros, salvo en temporada navideña, que los precios incrementan en cantidades exorbitantes.

Las almejas más baratas suelen ser de concha más fina y de menor tamaño.

Ahora bien, si te lo preguntaran después de haber leído esto, podrías decir que sabes cómo diferenciar las almejas de la Ría?